Un bondi a los 90

“Roma se incendia”, dijo él, mientras se servia otro whisky. “Aunque aquí estoy, de rodillas en un río de vaginas”. “Acá viene”, pensó ella, “otra autocomplaciente diatriba acerca de cuan bueno era todo en el pasado, y de cómo nacimos muy tarde para ver a los Stones en algún lugar, o aspirar la coca buena que tenían en Studio 54”. “Bueno prácticamente nos hemos perdido todo por lo que vale la pena vivir”, y la peor parte fue que ella estuvo de acuerdo.

“Acá estamos”, pensó ella, “en el borde del mundo…en el filo mismo de la civilización occidental, y todos estamos tan desesperados por sentir algo, cualquier cosa…que nos acerque a los otros y nos guíe hacia el fin de los días!”

“Acá estoy”, pienso yo, sentado en un micro volviendo a la gran ciudad de la desesperación, luego de leer las líneas anteriores. “No tan desesperado por sentir algo, pero si por hacer algo con lo que siento”, saco el mp3 y me acomodo. “Tal vez necesite un trago, no para ver mejor como decía el Carpo, sino para sentir mejor”, me digo a mi mismo mientras el flaco Spinetta me cuenta cosas al oído que, por momentos, no entiendo si quiere que las escriba o me deje encantar con su voz de mago del bosque.

Levanto la vista, se acercan nuevos pasajeros, y el asiento de al lado todavía esta vacío. “Acá no se incendia nada”, pero me pregunto, “¿que siente la gente cuando viaja un domingo a la noche?”. “Voy en busca del amanecer soleado y ese cambio de perspectiva total que me genera despertar a 800km del lugar donde me dormí”, reflexiono tratando de olvidar la ruta. “Rutina matutina que cambia según la mina”, palabras que se me cruzan por la cabeza luego de que una linda chica decide inhibirme sentándose a mi lado. “Que lejos estoy de los ríos de vaginas”. Me pregunto si utilizando lagunas en vez de ríos me sentiría mas cerca de la expresión, no se.

Apagan las luces y prendo la que esta arriba de los asientos. “¿Te llega luz ahí?, intento ayudar a que pueda terminar de leer unas hojas que sacó apenas se sentó. “Sí, gracias por iluminarme”, respondió sonriente generando en mi la representación de algo que valdría la pena vivir…

Con ideas muy occidentales, y ya dejando que Spinetta baje por la tinta, este alumbrador se despide confundido por el pasado pero con el entusiasmo de que no todo tiempo por pasado fue mejor, mañana es mejor!

En el texto hay algunos extractos de la serie Californication S01E06. Tiene situaciones interesantes, la recomiendo.

Por: MARTÍN PATO